Con más de 200 años de historia, la Universidad de La Laguna de Tenerife se ha consolidado como el centro de educación superior más importante de las Islas Canarias, albergando a más de 25.000 personas, entre estudiantes, profesorado y personal de administración y servicios en seis campus universitarios. Desde 2017, la infraestructura de la Universidad ha sido actualizada con la tecnología de HPE Aruba, que incluye cerca de 2.000 puntos de acceso inalámbrico (Wi-Fi) para satisfacer la altísima demanda de conexión en movilidad de la comunidad universitaria.
Tras los años de pandemia, la Universidad de La Laguna buscaba conocer la afluencia de sus instalaciones, lo que se volvió un aspecto crítico para la seguridad y el bienestar de su comunidad educativa. Para ello, se requerían costosos sistemas adicionales que añadían nuevas cargas a los equipos TI. En respuesta a esta necesidad, el partner Globalan Telecomunicaciones, junto al equipo de desarrollo de Omnia Infosys y HPE Aruba, lanzaron el innovador proyecto iWIP DATZN para resolver el caso planteado.
Con la única condición de que cada espacio tuviera, al menos, un punto de acceso Wi-Fi, se ofreció a la Universidad de La Laguna un completo set de herramientas que permiten conocer tanto el nivel de ocupación en tiempo real de los recintos designados, como la evolución en la afluencia de personas a los mismos. La solución se basa en las tecnologías de Aruba Location Engine (ALE) y iWIP DATZN. La tecnología de HPE Aruba es un motor de localización y agregación de contexto virtual que recopila datos sobre dispositivos móviles, mientras que la herramienta de iWIP DATZN utiliza la red Wi-Fi como red de sensores para analizar la ocupación y afluencia.
La principal ventaja de la solución es que no se necesitan equipos adicionales, y se puede conocer mejor el perfil de uso de determinados espacios gracias a las conexiones móviles que se evalúan de forma totalmente anónima.
Con la implementación de esta solución, la Universidad de La Laguna ha ganado en eficiencia, seguridad y ahorro de costes, eliminando la necesidad de instalar nuevos dispositivos que requieran más inversión y gestión. Además, ha mejorado el uso eficiente de los recursos, como los energéticos o de limpieza, y podrá prevenir y evitar situaciones peligrosas que redunden en el bienestar de toda la comunidad educativa.